La Estructura de la Primera Sesión de Terapia.

El objetivo principal para el terapeuta cognitivo es lograr que el proceso de la terapia sea comprensible tanto para él, como para el paciente. La mayor parte de los pacientes se sienten más cómodos cuando saben qué esperar de la terapia y comprenden cuáles son sus responsabilidades y las del terapeuta.

Para demostrar respecto y colaboración, al final de cada sesión, el terapeuta se ocupa de averiguar cuál es la percepción del paciente del proceso terapéutico.

Objetivos y estructura de la sesión inicial..

Los objetivos de la terapia en la sesión inicial son:

1. Crear confianza y rapport.
2. Iniciar al paciente en la terapia cognitiva.
3. Instruir al paciente respecto de su trastorno, del modelo cognitivo.
4. Normalizar las dificultades del paciente e inculcarle esperanza.
5. Averiguar las expectativas del paciente respecto a la terapia. 
6. Recabar información adicional acerca de las dificultades del paciente.
7. Utilizar esta información para desarrollar una lista de objetivos.

Establecer un plan..

Se le da al paciente una introducción sobre lo que es la terapia cognitiva. Lo ideal es que el plan se establezca de forma rápida y precisa. La explicación del funcionamiento hace más comprensible el proceso de la terapia para el paciente y lo invita a tener una participación activa.

Control del estado de ánimo..

El terapeuta realiza un breve control del estado de ánimo. Además del informe que da el paciente de lo que sucedió en la semana, se pueden utilizar algunos cuestionarios objetivos (Inventario de Depresión de Beck).

Si no dispone de estos cuestionarios, el terapeuta enseña al paciente a proporcionar un puntaje de su estado de ánimo en una escala del 0 al 100. A partir de éstos resultados el terapeuta determina si hay algo importante para el plan.

Revisión de la presentación, identificación de problemas y establecimiento de objetivos..

El terapeuta revisa brevemente el problema de la paciente. Le solicita que lo ponga al día y luego, centra su atención en los problemas específicos que la aquejan. Y éstos se convierten en los objetivos de la terapia. 

Al comienzo de la sesión, el terapeuta hace que la paciente adopte un papel más activo, pidiéndole que escriba. También guía a la paciente para que especifique un objetivo global. 

Instruir al paciente acerca del modelo cognitivo..

Uno de los principales objetivos de la terapia es enseñar al paciente a convertirse en su propio terapeuta cognitivo. Lo hace explicando con los propios ejemplos del paciente. También se ocupa de que el paciente ANOTE los puntos más importantes. 

Posteriormente el terapeuta indaga acerca de los pensamientos automáticos que se producen en forma de imágenes visuales. Lo instruye para que advierta que los pensamientos automáticos pueden aparecer en diferentes formas y hasta diferentes modalidades.

Las expectativas acerca de la terapia.. 

Los pacientes pueden comenzar la terapia pensando que se trata de algo místico y que no son capaces de comprender el proceso por el que mejorarán. 

El terapeuta cognitivo pone énfasis en explicar que la terapia es racional y ordenada y que los pacientes mejoran porque se comprenden mejor a sí mismos, resuelven problemas y adquieren herramientas que puedan aplicar por su cuenta. Debe dejar claro que los pacientes deben compartir responsabilidades para lograr mejoras en su tratamiento.

Instruir al paciente acerca de su trastorno..

La mayoría de los pacientes  quieren conocer su diagnóstico general, asegurando que no están "locos", y que no se les considera extraños. No obstante, es preferible NO utilizar términos técnicas y decir algo más general.

Fin de la sesión y asignación de tareas para el hogar..

Al igual que los resúmenes que el terapeuta hace durante toda la sesión. También incluye una revisión de las cosas que el paciente ha acordado hacer como tarea. Por lo regular, la primera sesión se le recomienda al paciente la lectura de algún libro de la terapia cognitivo conductual.

Retroalimentación..

El elemento final de cada sesión de terapia es la retroalimentación. Al final de la primera sesión, la mayor parte de los pacientes tienen sentimientos positivos hacia el terapeuta y la terapia. 

Pedirles retroalimentación fortalece el rapport, ya que, demuestran interés por lo que el paciente siente. También es esta una ocasión para que el paciente exprese y para que se resuelva cualquier malentendido.